Dos destinos y un viaje: Tú a Nueva York y yo también



Nueva York, lugar por excelencia para hacer todo lo que deseas, ya que su oferta de ocio es tan variada, que resulta imposible igualarla. Cruzar el charco y ver cómo se abre un inmenso abanico de posibilidades es todo uno. De hecho a veces puede estresar tener que elegir unas cosas y dejar otras. Asumimos que lo más turístico y lo innegociable corre a cargo de cada uno, pero basándonos en nuestros viajes te vamos a contar algunos detalles de lugares que a nosotros nos han encantado, sitios para comer, para disfrutar por la noche o simplemente para hacer de turista. Lo hemos dividido en lugares elegidos por ÉL y lugares elegidos por ELLA, para que sepas quién escribe cada parte. A los dos nos han gustado todos los sitios de los que hablamos, no te vamos a engañar, pero hemos hecho un reparto de ellos según preferencias de cada uno/a. Pasamos a darte los detalles.





DÓNDE COMEMOS

ÉL.- Será por locales. Nueva York está llena. Si tienes un antojo mejor que te pille aquí. Vamos, que elegir uno es un poquito difícil, pero yo me voy a quedar con este, el Max Brenner, especializado en chocolate y postres, pero no te engaño, te vas a poder poner ancho con lo que te apetezca. Si estás a dieta apártala un momentito. La cosa les ha ido tan bien y son tan populares que ya tienen más locales en Estados Unidos. Hay sándwiches, hamburgesas, pizzas, paninis, hasta aquí lo normal, pero mi recomendación es el brunch de media mañana, brutal. Con eso tienes para todo el día. Los días de diario lo sirven hasta las 11 (cuidado no llegues tarde) y los fines de semana hasta las dos. El local está en la 14 con Broadway, justo al lado de Union Square, que mira, de paso la puedes visitar. A la entrada del local hay una tienda dónde puedes comprar el chocolate, por si sólo quieres eso.



ELLA.- Y si eres un/a fanática/o del cine como yo, hay cientos de lugares míticos para alimentar el estómago y ese alma cinéfila que tenemos en una ciudad como NY, que es, de por sí, un gran plató de cine y series en sí misma. Sólo puedo hablar de un sitio, por ahora, así que voy a hacerlo sobre SERENDIPITY 3, un lugar que las y los seguidores de John Cusack conocemos muy bien. No es que la película sea de las mejores, que no, pero tiene encanto como el lugar que da nombre a la película. Serendipity3 está situado entre las Avenidas 2ª y 3ª, en la 225 este con la 60, cerca de Bloomingsdale por si aprovechas la ocasión para comprar algo. En estos momentos está posicionado en el puesto 1.830 de 11.442 en TripAdvisor, así que si no conoces el lugar por algún motivo (película, boca oreja, bloggers, etc.) la verdad es que puede que no entres porque pasa desapercibido. Pero es entrar y te encanta el sitio: paredes blancas, lámparas Tiffany, ambiente acogedor y unos postres increíbles. Pero como no solo de postres vive la humanidad, que ya quisiera, su carta tiene de todo para un buen almuerzo o cena. ¡Que aproveche!

No te pierdas la historia de cómo surge el nombre del local en su web


NOS PONEMOS CULTURETAS

ÉL.- Aquí museos, como el resto de cosas, hay por todas partes. Y no es que sea yo un erudito en arte, más bien al contrario, pero creo que salta a la vista que la mejor visita posible es la del Museo Metropolitano. Lo primero es que está en la llamada “milla de los museos”, que no puede haber un sitio mejor, digo yo. En concreto está en el 1000 de la Quinta Avenida, en el cruce con la calle 82, en un lateral de Central Park. Si ni siquiera te apetece entrar por lo menos le podrás tirar fotos a la fachada, que merece la pena. De todas maneras aunque el arte no vaya contigo recomendamos la visita. Nosotros no lo hicimos hasta la segunda vez, porque la vez anterior no tuvimos tiempo, y hay tal cantidad de fondos que es casi imposible verlo todo en un día, pero tienes para elegir. Hombre, eso de encontrarse cara a cara con el autoretrato de Van Gogh tiene su cosa. Como en la mayoría de museos americanos no es obligatorio pagar (alucina), pero recomiendan dar 25 dólares (como entrada) para mantener los fondos y merece tanto la pena que a nosotros no nos importó nada, y a ti seguro que tampoco, es como ser mini-mecenas de esta impresionante pinacoteca.



ELLA.- Pues sí, la verdad es que el MET es impresionante, un imperdible en la visita a NY pero ¿y qué me dices del Museo de Historia Natural? Si eres tan cinéfilo como yo no puedes dejar de visitarlo. Son muchas las películas con escenas en este museo como Un día inolvidable o la obvia Noche en el Museo (1,2 y 3). Si nos sigues en el blog verás que las cosas que se consideran “infantiles” nos pirran (nos encantan los parques de atracciones como Universal o Disney World, nos divierten las películas de animación de Pixar,...), por eso no te extrañará que nos encante este museo. Nosotros lo visitamos cada vez que vamos. Son 22 dólares la entrada general (que al igual que ocurre en el MET, es sólo un precio recomendado que nosotros siempre pagamos religiosamente por eso de apoyar a la cultura) y 27 dólares la entregada general “plus one” que es la que te recomendamos si tienes algo de tiempo para más pero no tanto como para verlo todo. Pero es que no te puedes perder el “Hayden Planetarium Space Show”. Solo nos pasó en nuestra primera visita pero nos conquistó para siempre. Y es que tras patearnos las salas del museo que son increíbles y enormes decidimos descansar un poco viendo el Show en el planetario. Se apagaron las luces, nos recostamos (literalmente) en las butacas inclinadas y comenzamos a visionar el universo en una pantalla que está en el techo y de repente oímos.... “Hello I’m Robert Redford” y efectivamente era él, bueno su voz, la que nos explicó cómo surgió nuestro Sistema Solar y nuestro planeta. Nos ganaron para toda la vida, qué te vamos a decir. Por cierto que el museo está en el lateral oeste de Central Park, justo al otro lado del MET a la altura de la calle 79. Está abierto de 10 am a 5:45 pm todos los días excepto Navidad y Acción de Gracias.



A ESTO SE LE LLAMA DIVERSIÓN

ÉL.- Ir a Nueva York, entrar en el Madison Square Garden y ver un partido de los Knicks. ¿Se puede pedir más? Yo creo que no, y mira que hay posibilidades de ocio. Hombre, a día de hoy los Knicks, en los que juega el español José Manuel Calderón, no es que sean la quintaesencia del baloncesto, pero sólo con ver el recinto y cómo se va llenando vas a alucinar. Wi-fi en todo el pabellón para que lo puedas tuitear, escaleras mecánicas para los accesos y rostros conocidos cada noche. Te recomiendo que mires el calendario y elijas partido. No todos cuestan lo mismo y las entradas pueden no ser muy accesibles, pero si te lo planteas como un espectáculo único lo rentabilizarás en emociones. Nosotros vimos un partido de rivalidad, Knicks contra Chicago Bulls (y mira que salió malo el partido, pero tampoco importó). En cuanto a las entradas, investiga, que no suele ser muy complicado. Lo normal es conseguirlas a través de Ticketmaster. Por si no sabes dónde ir el Madison está junto a la estación de metro de Penn Station, entre la séptima y la octava avenida con las calles 31 a 33.



ELLA.- Ver un partido en el Madison es un plan muy divertido, sin duda. Por mi parte te ofrezco calzarte unos patines y disfrutar del ambiente de la pista de hielo del Rockefeller Center o The Rink at Rockefeller Center. Si vas en Navidad, no te defraudará porque no se trata solo de patinar, que también, se trata de disfrutar de una de las zonas más míticas de la isla de Manhattan. El árbol inmenso presidiendo la pista, las banderas doradas ondeando al viento y figuras a escala natural de soldaditos de plomo te reciben para que pases un rato impagable. Bueno, impagable no, tiene varios precios dependiendo de las fechas. Está abierto de octubre a abril.  La entrada va desde los 25 dólares para adultos en fechas normales a los 32 en Navidad. Los niños pagan menos si tienen menos de 11 años (15 dólares). El alquiler de patines, 12. Es recomendable reservar con tiempo sobre todo en las fechas claves y revisar los precios actualizados al momento en su web.La pista está a los pies del Rockefeller Center entre la 5ª y la 6ª Avenida a la altura de las calles 49 y 50. No tiene pérdida.



 EN PLAN TURISTA

ÉL.- Caminar y caminar mirando hacia arriba. Eso aquí lo puedes hacer hasta aburrirte. Yo, puestos a hacer turismo me quedo con la visita obligada a la Catedral de San Patricio. Una catedral es uno de esos lugares que buscarías en cualquier ciudad, puede que no en Nueva York, de la que se conocen tantas cosas y San Patricio aparece empequeñecida, rodeada de edificios enormes, pero es una preciosidad que nada tiene que envidiar a otras catedrales del mundo. De hecho es la neogótica más grande de America del Norte. Está en el cruce de la famosa quinta avenida con la calle 50. Te va a gustar, te lo garantizo.

Aquí está la web de la catedral


ELLA.- Y yo, puestos a hacer turismo y divertirme de lo lindo al mismo tiempo sugiero una visita al museo de cera de Madame Tussauds. Está en muchas ciudades, pero el de NY es impresionante y si no me crees échale un vistazo a su web. No es barato, para nada. La pregunta es, ¿merece la pena? Nosotros disfrutamos de lo lindo haciéndonos fotos con George Clooney, Nelson Mandela o con el mismo Presidente de los EEUU. Es cuestión de prioridades, pero si te sobra tiempo creemos que merece la pena. Si compras la entrada en su web te cuesta (la entrada normal para adultos mayores de 13 años) 29,70 dólares. Encontrarás el museo en el 234 oeste de la calle 42. Cerca de Times Square.

QUÉ BUEN PLAN PARA LA NOCHE

ÉL.- Garitos y jazz. A eso le llamo yo la mezcla perfecta para la noche neoyorquina. No es que el resto de planes no me guste, pero si me dan a elegir… la variedad aquí es inigualable. Para no volvernos locos dando vueltas, recomiendo una zona. Las indispensables calles Macdougal y Bleecker, en el Greenwich Village, muy cerca de Houston Street (donde comienza el SoHo, que en realidad significa “South Houston”, al sur de la calle Houston). Estas calles, además de ser muy coloridas e ideales para la visita, porque por ejemplo encontramos el arco del triunfo en Washington Square, están repletas de clubes de música y sitios donde puedes escuchar monólogos. Lo ideal es probar uno por noche. Mucha fama tienen, por ejemplo, el “The Groove” y el “Blue Note Jazz”.



ELLA.- Las noches de Jazz en The Groove o en Blue Note son difíciles de igualar, pero también nos gusta el teatro y los espectáculos, así que si estás en NY no puedes obviar una de las mejores ofertas de espectáculos del mundo. Hay decenas de posibilidades si manejas perfectamente el inglés. Si no es tu caso, te aconsejamos decantarte por los musicales como El Rey León, Los Miserables o El Fantasma de la Ópera, por ponerte sólo ciertos ejemplos. Las conocidas melodías y letras de estos espectáculos te harán olvidar que no entiendes mucho. Sólo disfruta porque a pesar de los precios es una experiencia única. Siempre es recomendable comprar las entradas con antelación porque se agotan rápidamente. En Times Square cada día te venden entradas a mejor precio si estás dispuesto a aguantar en la calle una gran cola de gente. Son entradas para el mismo día y claro, te arriesgas a que no esté disponible lo que buscas.



Recuerda que también puedes ver nuestro post ¿Top of theRock o Empire State? donde analizamos las ventajas que ofrecen cada uno de estos dos míticos lugares de la Gran Manzana para tener las mejores vistas de la ciudad.

No olvides tampoco que puedes pinchar en cada foto para verla más grande y encontrarlas todas en nuestro Pinterest.

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