Lugares en los que quizá te gustaría estar (X): Castillo de Chillon



El castillo de Chillon, a orillas del Lago Ginebra o Lago Leman es el castillo mejor conservado de toda Suiza, y hay unos cuantos. Su visita es cómoda y en apenas un par de horas se pueden recorrer todos sus lugares más destacados. Ha sido citado por numerosos escritores y es uno de esos lugares que consigue transportarte de manera fiel a la Edad Media, así que la parada en el camino es absolutamente obligatoria. Supone además una de las postales clásicas de este pequeño y precioso país alpino. Sus torres levantándose a orillas del lago son archiconocidas y por supuesto nosotros no lo podíamos dejar pasar, así que aquí te contamos cómo fue nuestra visita.

El Chateau de Chillon se encuentra en la localidad de Veytaux, a tiro de piedra de Montreaux y a unos 100 kilómetros de Ginebra. Si la ciudad fronteriza está en un extremo del lago, el castillo está justo en el otro. Ginebra es el punto de llegada más lógico para una visita específica, aunque desde Palma de Mallorca puedes volar al aeropuerto de Sion, que dista apenas 65 kilómetros del castillo. Suiza es un país caro, pero también precioso, seguro que no te arrepentirás.

Para planificar tu visita te diremos que el horario de apertura es de 10:00 a 17:00 en invierno y de 9:00 a 19:00 en verano, con la última entrada una hora antes del cierre. El precio, desde hace tiempo, está en 12’50 francos suizos, habiendo precios especiales para niños y familias. Más abajo te dejamos el enlace en la página web, también en un impecable español y hasta tienen una app con todo lo que necesitas saber. Como suele suceder con los monumentos más turísticos, en temporada alta no le faltan los visitantes. 



Sin ser demasiado grande, el castillo domina toda la costa. Es una edificación defensiva construida por los romanos. Perteneció a la casa de los Saboya y después a los berneses. Su ubicación es estratégica, punto de cruce entre Francia, Italia y Alemania. Hay noticias del inicio de su construcción ya en el siglo X. En el interior puedes pasear por sus sótanos, usados como prisión y como almacen durante siglos.

 
La historia de Chillon es muy amplia. Ha servido también como Hospital y en él ha tenido lugar más de un capítulo sangriento. Quién lo diría a día de hoy, convertido en reclamo turístico y cuidado minuciosamente. Aunque su interior nos retrotrae a otras épocas feudales y nos facilita imaginar las duras condiciones de los prisioneros, el amplio terreno, que cuenta con 25 edificios invita a asomarse a las ventanas. Los tres patios interiores están ricamente decorados y albergan tiendas de recuerdos y otros servicios, además de permitir observar los dos anillos de murallas defensivas.



El castillo ha sido fuente de inspiración para numerosos escritores y pintores. Coubert pintó varios cuadros de Chillon y míticos autores como Rousseau, Victor Hugo, Dumas o Flaubert también lo han tenido muy presente. Sin embargo la relación más intensa es con Lord Byron. Entre 1530 y 1536 allí estuvo preso Francois Bonivard que inspiró el poema de Byron “El prisionero de Chillon”. Al parecer Byron talló su nombre en el pilar en el que creía que Bonivard estuvo preso, aunque eso ya fue en una visita que hizo en 1816 de la que justo ahora se han cumplido 200 años. Lord Byron residió en Suiza entre mayo y octubre de ese año.



La zona superior del recinto nos ofrece información sobre la estructura defensiva del castillo. Podemos ver sus cañones y también los edificios al completo, como si lo hubiésemos escalado. La altura máxima es de unos 25 metros.


Todo esto ayudaba en tiempos de guerra. Ahora que vivimos en paz sirve sobre todo para deleitarse con las extraordinarias vistas del lago y las ciudades más cercanas, rodeadas de montañas. Montreaux, Veytaux y Villeneuve aparecen perfectamente retratadas y en días claros la visibilidad aumenta.



Visitar Chillon es mezclar lo mejor de la historia, perfectamente conservada, con lo mejor del presente. El castillo está completamente dentro del lago, unido a tierra sólo por un pasadizo de acceso. El transporte público lo pone fácil. En la misma puerta hay una parada de autobús y a su lado discurre la vía del tren, cuya parada más cercana está sólo unos metros más allá. Hay audioguias en español y el interior cuenta con unas 50 estancias que se pueden visitar.


Si estás planificando tu visita esperamos haberte ayudado. Más abajo te dejamos algunos enlaces que quizá te sean útiles. Tanto si vas como si ya has ido, agradecemos tus comentarios. Si hay algo que nos encanta es hablar de viajes.


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