Cuando hablamos de viajar a la Costa Este de Estados
Unidos a menudo nos referimos a California. Ni mucho menos es lo único, pero el
estado dorado acumula buena parte de los encantos que esta amplísima costa
tiene que ofrecer. Dos de las ciudades más grandes y espectaculares que hay en
el país, una costa salvaje y bellísima, y algunos de los parques naturales más
impresionantes del planeta. Lo cierto es que no haría falta salir de California
para vivir miles de experiencias distintas. De hecho prepárate porque, por muy
largo que sea tu viaje, tendrás que renunciar a algo. Es el estado más poblado
de Estados Unidos y tercero en superficie con unas dimensiones muy cercanas a
las de España. En nuestro caso nos decidimos por centrarnos en San Francisco y
Los Ángeles, así como en la costa. En dos semanas no nos quedó tiempo para
visitar los parques ni tampoco para hacer excursiones típicas como las de Las
Vegas o el Gran Cañón. Aún así en este post vamos a compartir todo lo que
aprendimos sobre California, que no fue poco, y te vamos a dar un montón de
consejos que pueden ser de utilidad a la hora de planificar tu escapada.
¿Qué documentación necesito para viajar a Estados Unidos?
Como seguramente ya sabrás, para poder viajar a Estados
Unidos es imprescindible que previamente obtengas la “Esta”, una autorización
que se solicita por Internet en esta página con,
como mínimo 72 horas de antelación. Puedes ver la página en español. Sólo
tienes que rellenar paso a paso todos los datos que te va solicitando y lo más
importante, al final del proceso, pagar los 14 dólares correspondientes. Una
vez que lo hayas hecho, en un tiempo que puede variar, a tu correo electrónico
llegará una confirmación provisional. Es importante que sepas que, por supuesto
a tu viaje tienes que llevar de todas maneras el pasaporte y que por mucho que
la preautorización esté aceptada la última palabra para que entres en el país
siempre la tendrá el o la agente de inmigración que te toque en el aeropuerto
correspondiente. Si te resulta farragoso el trámite, hay gestorías y páginas
web que te lo pueden gestionar, pero te puede salir por cinco veces más.
¿Cuál es la moneda en Estados Unidos?
Vale, como puedes comprobar estamos todavía con lo fácil.
Si no has sido capaz de contestar al epígrafe, mejor evita ir a concursos de
televisión. No obstante este apartado, más que para recordarte que en Estados
Unidos utilizan los dólares americanos, es para contarte que, si llevas dinero
en efectivo, lo mejor es que cuentes con billetes lo más pequeños posibles, de
no más de 50 dólares. Eso debería bastar. En la inmensa mayoría de sitios es
fácil y rápido pagar con tarjeta de crédito, que es la otra alternativa. Eso
sí, si vas a hacer muchos pagos de esta manera y quieres evitar el cash, infórmate primero sobre las
comisiones de tu entidad bancaria, porque lo normal es que las cobre y la cosa
se te puede ir de las manos. Si por el contrario lo tuyo es el efectivo,
nosotros recomendamos llevarlo ya cambiado desde España, aunque depende del
tipo de cambio que encuentres y, una vez más, de las comisiones que te cobren.
Si tienes que hacerlo allí, trata de evitar el aeropuerto, porque los tipos de
cambio no suelen ser muy favorables.
¿Cómo puedo llegar a California?
Asumiendo que no lo intentarás en barco, parece imposible
llegar de otra manera que no sea en avión. Desde España los aeropuertos de
Madrid y Barcelona ofrecen conexiones directas con Los Ángeles y San Francisco.
El aeropuerto de Oakland, muy cerca de San Francisco y al que vuelan numerosas
compañías low cost (ninguna desde España, de momento), es otra gran opción. No
obstante, llegar desde cualquier punto de la península no suele ser complicado.
Para que te hagas una idea, nosotros viajamos desde Málaga, vía París, hasta
Los Ángeles. En cuanto a los precios, hay que decir que, por la distancia, no
suele ser barato y varía en función de la época del año. Lo más normal son
billetes en torno a 700-900 euros, pero también se pueden encontrar pasajes por
apenas 500, como fue nuestro caso, e incluso menos, en meses como enero o
febrero. Si te lo puedes permitir es una gran opción, ya que, pese a estar en
invierno, el de California no es, ni mucho menos tan severo como el de otros
lugares, así que puede ser una buena época.
Sí, el dinero suele ser un gran impedimento, y más aún
teniendo en cuenta que otros factores a la hora de considerar un viaje como el
alojamiento o el aparcamiento de un coche tampoco son baratos, pero ten en
cuenta que las distancias se pagan, y distancia hay una poca. Sin ir más lejos
desde Monterey a Lleida 9.533 kilómetros, como reza la señal que nos
encontramos, precisamente en Monterey.
¿Qué tiempo hace en California?
Pues podríamos resumirlo en bueno, pero con muchos
matices. Si miras el mapa, la forma del estado es estrecha y alargada. Como
norma general, cuanto más al sur, más calor. Sin embargo el clima en California
es traicionero. Los Ángeles es una ciudad muy soleada. Hace calor incluso
muchos días de invierno. Es un clima bastante parecido al de Málaga, por
ejemplo. Más al sur, en San Diego, hace más calor todavía. En cuanto a San
Francisco, la cosa baja unos cuantos grados. El clima no es desagradable, pero
arrastra una leyenda negra. A la ciudad se le atribuye una frase que dice algo
así como que “no hay invierno más frío que un verano en San Francisco”. No es
para tanto, pero fresco hace. En cuanto a los parques, no estuvimos, pero
parece que las noches ahí son también bastante frescas. Nosotros vivimos días
de frío y lluvia bajando el Big Sur y al día siguiente en Los Ángeles teníamos
26 grados en enero. Es otra de las características, el tiempo es cambiante. En
un momento hace sol y al momento siguiente subes a un sitio elevado como en
nuestra visita al castillo de Hearst y la niebla y la humedad lo cubren todo. En
resumen, pese a que el clima es, en general agradable, espera cualquier cosa.
¿Qué puedo ver en California?
A ver, la pregunta correcta sería, qué no puedo ver.
Porque sea cual sea tu gusto viajero, te garantizamos que aquí encontrarás
algo. Ya te dijimos en la introducción que si lo tuyo son las grandes ciudades,
aquí tienes dos de las más populares del mundo, Los Ángeles y San Francisco,
que además son muy distintas entre sí. También San Diego, perfecta para los
amantes del surf.
Si prefieres la costa, hay varios centenares de
kilómetros con parte del litoral más famoso del planeta, el Big Sur, salpicado
de preciosos pueblos y exuberante naturaleza y por supuesto tenemos multitud de
parques naturales enormes como Yosemite, Death Valley, Sequoia…
En California viven unos 40 millones de personas, y
tampoco podemos evitar citar los atractivos que la rodean. Muy cerca está la
frontera con México, el Gran Cañón, Las Vegas, en fin, mucho que ver y seguro
que muy poco tiempo.
¿Cómo moverse por California?
Las posibilidades son muchas y muy variadas. El puente
aéreo entre Los Ángeles y San Francisco es rápido y también hay opciones de
transporte entre las diferentes ciudades y pueblos. No obstante, teniendo en
cuenta que las carreteras son buenas, aunque llenas de grandes atascos en los
accesos a las principales ciudades, lo más normal es que para ver varias cosas
elijamos el coche de alquiler. En California el alquiler es sencillo, bastante
asequible, y no muchas cosas lo son, y funciona perfectamente. En Estados
Unidos es lo más normal del mundo, así que es la opción elegida por gran
cantidad de turistas. Siempre puedes tener odiseas como la nuestra, que tuvimos
que cambiar de coche dos veces en 13 días, una por pinchazo y otra por
problemas con el aceite. Pese a los inconvenientes suele ser la mejor opción
para depender de ti mismo/a a la hora de moverte. Ten en cuenta que el alquiler
del coche y el precio de la gasolina no suelen ser especialmente caros, pero el
aparcamiento puede ser prohibitivo en muchos lugares. Las carreteras son buenas
y están bien indicadas, aunque si no estás acostumbrado/a, aproximarse a
ciudades como Los Ángeles con su enorme volumen de tráfico puede impresionar.
Los precios del alquiler suelen ser algo más asequibles
en los aeropuertos. Si llegas al internacional de Los Ángeles, debes salir de la terminal y fijarte en las
columnas. Así como suena. Con indicaciones en color lila aparecen los nombres
de las diferentes compañías de alquiler. Busca la tuya y espera pacientemente
el autobús que te llevará a la nave en la que almacenan los coches. Cuando el autobús aparezca no te olvides de hacerle una señal, si no podría pasar de largo.
Una vez en el autobús deja las maletas en las bandejas
habilitadas (puede que el conductor lo haga por ti) y ten en cuenta que puede
pasar que haya varias paradas hasta tu destino. Una vez más tienes que recordar
cuál es tu compañía y parar cuando se indique.
Para la vuelta tendrás que dirigir tu coche al punto de
partida, la nave de la empresa y no el aeorpuerto. Allí tendrás el autobús de
vuelta, en el que deberás indicar la compañía aérea con la que vuelas, ya que
el aeropuerto tiene varias terminales. Las propinas para los conductores, que
te ayudarán a subir y bajar el equipaje, sin ser obligatorias, están bien
vistas. Como ya hemos dicho las carreteras suelen estar en muy buen estado,
pero hay varias cosas a tener en cuenta. Por un suplemento que no es nada
módico incluirán en tu reserva de coche los peajes del estado de California.
¿Te conviene pagarlos? California tiene bastantes carreteras con peaje, pero la
mayoría de ellas no las verás ni de cerca. Sin embargo no te dejan mucha
opción. En los accesos a San Francisco, por ejemplo, los puentes, tanto el
Golden Gate como el de la Bahía son de pago para entrar (no para salir) y ese
pago está automatizado (en el caso del Golden Gate), así que en realidad es muy complicado prescindir de los
peajes, aunque sientas que te están estafando.
En las gasolineras para repostar el proceso te puede
resultar un poco farragoso. Primero tendrás que introducir tu tarjeta y marcar
la cantidad que quieres repostar. Si quieres llenar el depósito tendrás que
marcar una cantidad superior y luego te devolverán la diferencia. A
continuación retiras la tarjeta y seleccionas el tipo de gasolina. Sí, dicho
así es bastante sencillo y lógico, pero las tarjetas europeas suelen dar
problemas en los surtidores, así que no dudes en buscar ayuda del personal en
la tienda. Muchos de los trabajadores son latinos y pueden atenderte en español
si lo necesitas. Mejor repostar siempre en estaciones que cuenten con personal.
¿A qué hora voy a vivir?
Como en otros lugares de los que ya hemos hablado,
nuestro consejo es que mejor te olvides del reloj, que además suele ser lo que
se busca en los viajes. Ya hemos dicho que el estado de California esta
lejísimos de España, tanto que vive en un huso horario radicalmente distinto.
Estarás 9 horas por detrás, lo que significa que cuando quieras llamar para
hablar con tus seres queridos, mejor haces cuentas porque hay grandes
posibilidades de que les pilles dormidos.
¿Cómo moverse por San Francisco?
La verdad es que lo de moverse, especialmente en las
grandes ciudades, es bastante complicado. Exploremos las opciones. La más
lógica es el metro. San Francisco es complicada porque hay dos sistemas de
metro, el BART que
transita hasta diferentes lugares fuera de la ciudad como Oakland, Berkeley o
el aeropuerto y que es una buena opción si vas a alguno de estos sitios, ya que
está concebido como un sistema de transporte para unir la Bahía. También está
el MUNI, que es el
servicio municipal y se mueve más por el centro. Aún así los lugares a visitar
son muchos y están muy dispersos. San Francisco es una ciudad enorme en tamaño
y muchas veces la combinación de metro no nos dejará satisfechos/as. Andar
tampoco parece la mejor apuesta, primero por las ya citadas distancias y
después porque si San Francisco es conocida por algo, es precisamente por sus
enormes cuestas.
En San Francisco también se puede coger un ferry.
De hecho es una manera popular de acercarse a Oakland o Sausalito. Es cierto
que nos olvidamos de los atascos, pero esto reduce la cantidad de destinos.
Además tienes que saber que, dependiendo de a dónde quieras ir, tendrás que
tomar el ferry en un punto u otro. El muelle 41 y el Ferry Building son los principales puntos de salida de los
ferrys municipales. También hay embarcaciones turísticas desde diferentes
lugares.
Sin duda alguna el medio de transporte más popular entre
los turistas es el “Cable Car”, o lo que es lo mismo el típico tranvía de San
Francisco que todos/as hemos visto en las películas. Y como son
estadounidenses, con su cable car han
hecho cultura. Hay un museo cerca de Chinatown y por momentos colas en la
esquina de Powell y Mason, el lugar en el que se sube el tranvía a una
plataforma para cambiar su sentido.
El cable car es
un sistema de transporte centenario y completamente manual. Ayuda a superar las
enormes cuestas y ciertamente cuenta con un encanto especial. Abarca amplias
zonas turísticas y aunque nada de esto lo hace ideal para escogerlo como método
principal de transporte en San Francisco, es cierto que podemos probar si
ninguna otra manera se adapta a nuestro recorrido.
Tenemos también una tupida red de autobuses y si de
bolsillo vamos bien podemos recurrir al taxi o a UBER, muy extendido en toda
California. No obstante, pese a que nunca lo hacemos en el caso de grandes
ciudades, mucho nos tememos que, contra todas las normas medioambientales, en
este caso vamos tener que recomendar el coche. Lo hacemos porque las distancias
son muy grandes, pero reconocemos que esto tampoco es la panacea. Además de la
huella ecológica, nos vamos a topar con un problema muy serio: aparcar. No es menor.
En los parkings del centro es casi imposible bajar de los 12 dólares por hora y
en las zonas turísticas la cosa no mejora. En la calle es prácticamente
imposible aparcar y si lo conseguimos los parquímetros limitan mucho nuestra
estancia y tampoco son baratos. Además suelen ser muy estrictos. A decir verdad
aparcar merecería un post por sí solo. Si aún así has decidido usar el coche
simplemente te recomendaremos que te alojes en un establecimiento que incluya
plaza de parking cuyo precio sepas con antelación y que lleves algún amuleto
para encontrar sitios baratos. No es una ciencia exacta, porque los precios
varían a diario. Este es el enlace con los parkings públicos actualizados,
aunque por supuesto hay más.
¿Desde dónde ver el Golden Gate?
Se trata de una de las construcciones más icónicas de San Francisco
y probablemente del mundo. Atravesarlo es toda una experiencia que además
puedes realizar andando. Es visible desde muchísimos sitios, pero ¿cuál es el
mejor? Vamos a recomendar 4 lugares, pero hay muchos más. Si os fijáis el
primero ya lo hemos visto en nuestra foto de portada. Se trata de la explanada
de la Torre Coit, otro de los lugares más populares de San Francisco. Nos
ofrece una gran panorámica de la ciudad con el puente a lo lejos.
Nuestro lugar favorito para disfrutar de unas vistas
míticas es “Battery Spencer”, en nuestra opinión el mejor mirador. Si vas
entrando en la ciudad tienes que desviarte de la autopista en la última salida
antes del puente, en dirección a Alexander Avenue y si vas saliendo, desvíate en
la primera salida una vez pasado el puente. Hay que aparcar y subir una pequeña
cuesta a pie. En toda la zona hay varias carreteras que llevan a diferentes
miradores, pero por lo que vimos en ocasiones esas carreteras están cerradas al
tráfico.
Muy cerca (de hecho estos dos puntos están conectados),
al otro lado de la carretera, se encuentra el “Golden Gate Bridge View Vista
Point” que es una especie de “mirador oficial”, con una tienda con souvernirs,
baños, aparcamiento... Aquí se dan cita muchos turistas que después se mueven
hacia otros miradores dependiendo de si les basta con esta vista o no. Está
perfectamente indicado al salir del puente si vas en coche.
En todos estos lugares tienes muy buenas vistas tanto del
puente como de la ciudad. Una última opción, para nosotros fantástica, nos
permite contemplar la grandeza de esta obra de ingeniería mediante un agradable
paseo. Se trata de la playa y parque de Crissy Field, cuya visita también es
muy recomendable.
¿Cómo moverse por Los Ángeles?
Pese a ser ciudades muy distintas, los consejos en torno
a cómo moverse por ellas son bastante similares para San Francisco y Los
Ángeles. Eso sí, en esta última no hay ferrys. Taxi, UBER o autobuses son buenas
maneras de moverse. El vehículo propio también, aunque como los aparcamientos
son carísimos, ninguna de ellas son económicas. El metro no cuenta con muchas
líneas, aunque algunas de ellas, como la roja, la morada o la línea Expo, sí
que llegan a diferentes destinos turísticos. El problema, una vez más, es que
el tamaño de Los Ángeles es tan enorme, que los desplazamientos pueden durar
mucho.
En nuestra opinión, si no dispones de coche o prefieres no usarlo, pese a todo el metro es la mejor opción. Hay billetes individuales y multitud de combinaciones posibles con abonos por varios días. Para usarlo necesitaréis una tarjeta TAP, que además os permite combinar vuestros trayectos entre diferentes tipos de transporte.
Si ya habéis usado el metro o el transporte público en
otras ciudades, Los Ángeles no os resultará complicada. En las máquinas de las
estaciones, que cuentan con instrucciones en español, podéis recargar vuestro
saldo y basta con pasar la tarjeta para acceder a los andenes.
Como seguramente lo haréis, una buena opción para conocer Los Ángeles es tomar alguno de los muchísimos tours organizados que diferentes empresas ofrecen. Hay de todo, casas de famosos, diferentes zonas… de ellos hablaremos un poco más adelante.
¿Qué ver a una hora de San Francisco?
La ciudad es sencillamente impresionante y no vas a
necesitar mucho más para pasar varios días muy ocupado/a. Ahora bien, sabemos
que para muchos y muchas este viaje es único, así que, ¿porqué limitarse a San
Francisco? La bahía posee muchísimos lugares con encanto. En otros posts
entraremos con más detalle en cada uno, pero aquí van varias sugerencias rápidas.
SAUSALITO:
A apenas 15 kilómetros, unos 25 minutos del centro de San Francisco y con el
aliciente de cruzar el Golden Gate, se encuentra esta pequeña ciudad llena de
encanto y de paso con fantásticas vistas a la Bahía en los días claros.
Alcatraz, el Puente de la Bahía y los rascacielos de San Francisco son
perfectamente visibles. Sausalito tiene un coqueto casco histórico y un bonito
puerto, aunque es conocida, sobre todo, por sus “casa flotantes”, unas
peculiares embarcaciones convertidas en viviendas.
VALLE
DE NAPA: A poco más de una hora está el popular valle de Napa, muy famoso por
sus vinos. Se trata de una excursión perfecta para los enólogos del grupo. El valle
cuenta con varios pueblos dignos de visitarse como Napa o Yountville, bodegas
abiertas al público y un ambiente totalmente diferente al de una gran ciudad.
La oficina de turismo de Napa ofrece excursiones y recorridos para todos los
gustos. En nuestro caso sufrimos un día lluvioso, así que poco pudimos hacer
salvo pasear un rato.
UNIVERSIDAD
DE BERKELEY: A media hora del centro de San Francisco, cruzando el puente de la
Bahía y junto a Oakland, se encuentra la localidad de Berkeley, que acoge una
de las universidades más populares del país. Reflejada en multitud de películas
y libros, la institución dispone de un campus en cuyo centro se erige un “campanile”
de diseño muy italiano.
SILLICON
VALLEY: el valle en el que encontraremos las populares sedes de empresas
tecnológicas como Facebook o Google se encuentra a unos 45 minutos al sur de
San Francisco. No dejan de ser empresas, pero hay que admitir que para muchos esta
zona se ha convertido en lugar de peregrinación. No le hacemos ascos, pero por
cuestión de tiempo no llegamos a visitarlo. Eso sí, ahí lo dejamos.
¿Qué ver a una hora de Los Ángeles?
Podría darse la increíble circunstancia de que llegases a
aburrirte en Los Ángeles, que por otro lado tampoco es una ciudad digna de
devoción para mucha gente. A nosotros no nos pasó, pero también es cierto que
somos “culos inquietos”, así que, pese a la gran oferta es normal que te
preguntes algo así como ¿qué más hay por aquí?. Pues por ejemplo todo esto.
MALIBÚ:
Malibú está a apenas una hora del centro de Los Ángeles, pero tales suelen ser
los atascos, que es fácil que por mucho que lo intentes nunca consigas llegar
tan pronto. La ciudad cuenta con varios kilómetros de fantásticas playas, un
muelle con magníficas vistas y, ante todo, muchísimas casas aptas para sólo
unos pocos bolsillos.
SANTA
MÓNICA: Hablando de muelles, este quizá sea el más mítico de California. Además
de las tiendas y restaurantes en su recorrido tienes un popular parque de
atracciones y la señal en la que se da por concluida la Ruta 66. Si
miras a su inmensa playa casi puedes ver a los protagonistas de la
serie “Los vigilantes de la playa”, que se rodaba aquí. Con suerte está a sólo
35 minutos del centro de Los Ángeles.
VENICE
BEACH: Muy cerca a unos 5-10 minutos de Santa Mónica se encuentra Venice Beach,
una playa con personalidad propia, llena de ambiente bohemio y pequeñas
tiendas. Venice Beach es popular porque aquí vienen los famosos a lucir
músculos. De hecho algunos de ellos, como Arnold Schwarzenegger, entrenaban
aquí antes de dar el salto a la fama. Además muy cerca de la playa se encuentra
otro lugar idílico y sorprendente. Se trata de los famosos canales.
¿Qué parque de atracciones es mejor, Disney o Universal?
Para gustos los colores. Lo suyo es que podáis ir a los
dos y comparar, pero si por tiempo o dinero no llegáis, nosotros no tenemos ni
idea de cuál os gustaría más, pero sí podemos contaros algunos detalles
concretos, tanto de Universal Studios, como de Disneyland California.
PRECIO:
Pues son bastante parecidos. Pese a que hay muchísimas ofertas distintas y
precios que cambian a diario, podemos concluir que la entrada de un solo día en
cualquiera de ellos supera los 100 dólares. Sí, no es barato, la verdad. Un
pequeño detalle interesante es que algunas tarjetas como la Go Card Los Ángeles
incluyen la entrada en Universal, así que si la compráis para más cosas es más
fácil que la rentabilicéis. La entrada a Disney no suele estar incluida en
ninguna tarjeta de estas características, que sepamos, aunque la cosa puede cambiar en cualquier momento.
APARCAMIENTO:
Sí, además de la entrada al parque, si vais en coche tendréis que pagar parking,
y adivinad, es cualquier cosa menos barato. El precio de los parkings se ordena
en función de su cercanía al recinto. En el caso de Universal el más cercano
cuesta 50 dólares. Puestos a gastar, merece la pena, sobre todo teniendo en
cuenta que lo más asequible está en 25 dólares y muy alejado. En cuanto a
Disney, el precio del aparcamiento mayoritario es también de 25 dólares y
aunque hay varios parkings, en la mayoría una vez estacionados hay que
dirigirse a una parada de autobús desde la cual nos transportan de manera
gratuita a la entrada del parque. Hay que tener en mente el nombre del aparcamiento
para coger el autobús de vuelta. Pese a que visitamos Disneyland un día entre
semana en enero, tenemos que decir que la experiencia fue realmente mala. Había
muchísima gente, estuvimos como un par de horas para entrar en el parking y
luego hubo que esperar más para el autobús. Se nos fue el día.
FASTPASS:
El funcionamiento de este sistema para ahorrar colas en las atracciones es
distinto. En Universal puedes comprar (una vez más a un desorbitado precio) en
la misma taquilla e incluso dentro, un FastPass que te permitirá entrar sin
colas una vez en cada atracción y si pagas todavía un poco más, podrías usarlo
tantas veces como quieras en todas las atracciones. En Disney se han currado mucho
una app para móviles en la que puedes ver en tiempo real lo que queda de espera
en cada atracción. La idea es que tu selecciones la atracción que quieres para
utilizar el pase rápido que ya se incluye en la entrada, y te ofrecerá una
franja horaria en la que puedes acceder sin colas (o para ser más exactos con
menos colas). Sólo una vez que hayas “consumido” ese acceso rápido, podrás
reservar para otra atracción. No suena mal, pero cuando hay mucha gente la
atracción que te gusta puede tardar un par de horas en tener prioridad
disponible, así que aunque el sistema es más económico, la verdad es que supone
un quebradero de cabeza para la planificación. El precio en Universal es
desorbitado, cierto, pero los accesos son, efectivamente,
mucho más rápidos. Por cierto, los FastPass valen no sólo para las atracciones,
sino también para los espectáculos.
Un último detalle a tener en cuenta antes de elegir a qué
parque ir es que Universal está en el corazón de Los Ángeles, mientras que Disney
está en Anaheim, aproximadamente a una hora al sur de la ciudad, así que llegar
seguramente sea más complicado. Además la entrada de Universal incluye el
Studio Tour, una atracción de en torno a una hora que en realidad es un tour
por los escenarios en los que se han rodado muchas de las películas de
Universal. Es cierto que nuestra experiencia aquí fue mucho mejor por diversas
circunstancias, pero dependiendo de cuál sea vuestro gusto no desaconsejamos
para nada la vista a Disneyland. Eso sí, recomendamos tener en cuenta todas
estas cuestiones para exprimir vuestro día. En Orlando, por ejemplo, la sensación que tuvimos fue la contraria. Os dejamos el post en el que comparamos ambos parques.
¿Qué tour es mejor en Los Ángeles?
Es una ciudad tan enorme y además tan concebida para el
turismo, que en Los Ángeles hay todo tipo de tours. Si nos referimos a tours de
cine en los que conocer decorados de películas y trucos del séptimo arte, vamos
a recomendar dos:
UNIVERSAL STUDIOS TOUR: La gran ventaja de este tour es que se encuentra dentro del parque de
atracciones de Universal. Esto significa que pagando la entrada del parque, el
tour está incluido y podréis hacerlo una y otra vez. Se trata de un recorrido
de en torno a una hora en el que se combinan atracciones propias de un parque y
paseos por decorados de diversas películas o sets de grabación. En algunos de
ellos incluso puede estar grabándose en ese momento. Un guía os irá explicando
un montón de detalles y los tours se ofrecen en varios idiomas, incluido el
español. El ayuntamiento de “Regreso al Futuro”, la casa de “Psicosis”, el
avión accidentado en “La guerra de los mundos”… todo está aquí. Importante, no te olvides de coger tus gafas 3D.
WARNER STUDIO TOUR: En este caso el tour básico está en torno a los 70 dólares, pero en nuestra
opinión merece muchísimo la pena. Además cuenta con la ventaja de que es una de
las atracciones incluidas en la Go Card Los Ángeles. Además del tour básico,
que ojo, dura en torno a dos horas y media, hay otros tours como uno dedicado
a películas clásicas. Si es tu primera vez, te recomendamos el básico, porque
tendrás un poco de todo. También recorrerás sets de rodaje y podrás bajarte y
tirar fotos en varios sitios. Te enseñan platós por dentro, naves llenas de
accesorios para rodajes y no es extraño que te cruces con alguna personalidad.
Todos los vehículos de Batman, el famoso café de “Friends” en el que podrás
tirarte una foto, los sets de rodaje de “The Big Bang Theory” y mucho más en
este tour. También está disponible en varios idiomas incluyendo el español.
Para hacer el tour tendrás que dirigirte al 3400 de Warner Boulevard en
Burbank. Si vas en coche hay parking disponible por la “módica” cantidad de 15
dólares. Y es muy recomendable reservar con antelación.
Estos dos quizá sean los tours de cine más populares,
aunque en Los Ángeles las posibilidades son infinitas. Otros estudios como
Paramount o Sony también ofrecen tours y el de Sony es gratuito con la Go Card
Los Ángeles.
Otro de los tours más populares en Los Ángeles es el de
casas de famosos. Varias son las compañías y recorridos. Os podemos decir que
nosotros hicimos el más popular, el de la compañía “Starline”. Una vez más, es
el más popular porque está incluido en la tarjeta Go Card Los Angeles. Se trata
de un recorrido de unas dos horas a bordo de un autobús semidescubierto en el
que el guía irá ofreciendo explicaciones. Obviamente casas vais a ver muy
pocas, que los famosos no son tontos, pero es una buena manera de recorrer
Mulholland, ver la ciudad desde las colinas, adentrarse en Beverly Hills o
atravesar Rodeo Drive. Y todo comodamente sentados. Hay un quiosco de
“Starline” junto al Teatro Chino en Hollywood Boulevard. Es el punto de
encuentro y de reserva, y la salida del tour se hace junto al centro comercial
en el que se encuentra el Dolby Theater.
Tarjeta Go Card Los Angeles ¿Me conviene?
Si planeas pasar varios días en Los Ángeles, comprar una tarjeta de estas características
quizá sea una opción interesante. Hay tarjetas para uno, dos, tres, cinco o
siete días. Hay que tener en cuenta muchos factores. Por ejemplo, las tarjetas
de uno o dos días no incluyen la entrada a Universal Studios, ni tampoco se
incluye el transporte público, que sí aparece en otras tarjetas. Aún así, lo
normal es que si tienes pensado visitar 3 de las 35 atracciones que incluye, ya
te salga rentable, porque California no es barata. Incluso puedes diseñar tu
tarjeta no por días, sino por atracciones que quieras visitar. La entrada al
parque Universal, la visita al Tour de Warner, el museo de Madam Tussauds, el
tour por el Dolby Theater, el Tour por las casas de famosos, el Museo de
Hollywood, visita guiada al Teatro Chino… el listado es largo. Si por lo que
sea no encaja en tus preferencias investiga, porque hay otras tarjetas como la
Sightseeing Pass que quizá te pueda venir mejor.
¿Dónde alojarse en San Francisco y Los Ángeles?
Pues teniendo en cuenta lo que ya hemos contado sobre el
funcionamiento del transporte público y las dificultades para aparcar,
encontrar una buena zona para alojarse en las grandes ciudades es vital, pero
no fácil. Los precios pueden ser una locura, según vimos sobre todo en San
Francisco. En esta ciudad hay un montón de barrios chulos y amigables. Como las
atracciones están en lugares distantes escoger uno no resulta fácil. Nosotros
nos quedamos en Mission, algo alejados del centro, pero la estancia fue muy
agradable. Nob Hill es ideal, y seguramente desorbitado.
En cuanto a Los Ángeles el problema se multiplica. Tened
en cuenta allí que el centro, aunque tiene cosas que ver, se refiere más al
corazón financiero de la ciudad y no tanto al turístico. Hollywood y Koreantown
son quizá los barrios más populares, pero no los únicos. Hay muchos moteles
algo más económicos en casi todas partes, pero en general tampoco resulta fácil
alojarse en la capital californiana. Además por su paisaje urbano una calle puede
ser muy turística y la paralela nada recomendable para recorrer a determinadas
horas, así que es mejor no salirse de los circuitos y obviar zonas como Compton
que además tampoco tienen nada que ver. En nuestro caso para poder aparcar y no
ser esclavos del coche, nos inclinamos por irnos al Paseo de la Fama y tuvimos
que recurrir a un alojamiento de Airbnb. Son algo más económicos, hay muchos y
muy bien equipados y en general suponen una ventaja. Nuestro “casero” fue muy
amable y la llave la recogimos nosotros mismos en un 7-Eleven a dos calles. Eso
sí, nos resultó extraño subir a nuestro apartamento en un ascensor en el que se
nos recordaba que no éramos bienvenidos.
Si recorres el Big Sur el precio de los alojamientos baja, aunque muy ligeramente. Tampoco tendrás problemas de tráfico, ya que las ciudades son más pequeñas, aunque el parking seguirá siendo de pago en practicamente todos los sitios.
¿Cómo funcionan las propinas?
No sé a tí, pero a nosotros es una de las cosas que
nos trae de cabeza en cada viaje. No saber cómo funcionan costumbres culturales
como estas puede darnos un mal rato, así que aquí va nuestra explicación. En
Estados Unidos las propinas no sólo están bien vistas, podríamos decir que son
obligatorias. Y lo normal es que tu cuenta final no las incluya, así que habrá
que añadir un porcentaje. El cuánto depende del servicio. Lo normal es que
oscile entre el 15 y el 20 por ciento en función de vuestra experiencia. Si
alguna vez dejas sólo el 10%, nadie te dirá nada, pero tampoco te mirarán bien.
Además hay que reconocer que el servicio suele ser muy eficiente y amable y que
de las propinas viven muchos de los camareros. Un truco, mira la cuenta,
porque en muchos locales se incluye el cálculo de cómo sería la propina más
habitual. Y no os asustéis, comer y especialmente beber, tampoco es barato.
Pues ya estás listo/a para conocer California
Con todo esto que te hemos contado seguro que cubrimos
buena parte de las consideraciones previas. Es más o menos lo que puedes tener
controlado antes de salir de tu casa. Una vez allí nuestra única recomendación
es que disfrutes. Ah, y no te asustes por los carteles que encontrarás en todas
partes advirtiendo de los riesgos de terremotos y tsunamis. California se
encuentra en una zona de altísima actividad sísmica, pero míralos, ahí siguen.
Sin duda alguna el estado dorado es una de las visitas
imprescindibles que debes hacer una vez en la vida. Planifica lo que más te
gusta y no lo dudes, lánzate. Ya nos contarás tu experiencia.
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