Somos dos viajando y nos encanta tener gustos tan
parecidos. Hace que disfrutemos mucho más de los viajes, pero no significa que
pensemos exactamente igual. A veces cada uno prefiere un sitio distinto, o
simplemente lo disfrutamos de manera algo diferente. Y como todos los sitios
son buenos para viajeros ávidos, también queremos trasladaros esas diferencias.
Si en estos posts conseguimos que queráis ir a ambos sitios, entonces objetivo
conseguido. Para hacerlo todo más fácil, usaremos las palabras él o ella para que sepáis quien defiende qué.
Entramos en materia y hoy vamos a empezar las comparaciones yéndonos hasta Martha’s Vineyard, la isla de los presidentes en Estados Unidos. Si la visitáis veréis que la isla no es muy pequeña, pero tampoco cuenta con muchísimos sitios. Quizá sus dos principales lugares de referencia son los pequeños pueblos de Oak Bluffs y Edgartown. A ambos se puede llegar en el ferry desde el continente y aunque el segundo es algo más grande, tienen un tamaño bastante parecido. Los dos tienen un encanto especial y particular, pero ojo, su ambiente y su estilo son completamente diferentes y eso mola mucho. Aquí os contamos las razones por las que cada uno se quedaría con un lugar o con el otro. Él defenderá Oak Bluffs y ella estará encantada de hablaros (bien) de Edgartown.
Entramos en materia y hoy vamos a empezar las comparaciones yéndonos hasta Martha’s Vineyard, la isla de los presidentes en Estados Unidos. Si la visitáis veréis que la isla no es muy pequeña, pero tampoco cuenta con muchísimos sitios. Quizá sus dos principales lugares de referencia son los pequeños pueblos de Oak Bluffs y Edgartown. A ambos se puede llegar en el ferry desde el continente y aunque el segundo es algo más grande, tienen un tamaño bastante parecido. Los dos tienen un encanto especial y particular, pero ojo, su ambiente y su estilo son completamente diferentes y eso mola mucho. Aquí os contamos las razones por las que cada uno se quedaría con un lugar o con el otro. Él defenderá Oak Bluffs y ella estará encantada de hablaros (bien) de Edgartown.
OAK BLUFFS (ÉL)
El ambiente más bohemio y a la vez tranquilo de toda la
isla lo tienes aquí, y ¿qué es lo que buscas en una isla? Pues eso. Si no vas
en la temporada altísima, cosa poco recomendable, es difícil que encuentres un
remanso de paz como este y no, no lo confundas con aburrimiento, que te veo
venir. Te voy a dar cuatro razones perfectas para quedarte aquí. Son tan buenas
que luego leeremos las de Edgartown por compasión.
1- El
parque entre Seaview Avenue y Ocean Avenue. A un lado el mar en estado puro,
con toda su calma y a otro algunas de las casa más espectaculares de toda la
isla. Y lo más importante. La sensación de que tienes todo el tiempo del mundo.
2- Su
calle central, Circuit Avenue. Para ser un pueblo tan pequeño, en determinados
momentos del año las calles rebosan. Aquí están los mejores negocios y también
los mejores restaurantes. Vivas dónde vivas todo estará cerca. Es la ventaja de
los pueblos pequeños.
3- Las
Gingerbread Houses. Es la señal de distinción de Oak Bluffs, casas de madera
típicamente americanas decoradas con colores vivos que además están en el
centro del pueblo. Un museo al aire libre que puedes visitar a pie o en coche.
Puedes parar en medio de la calle y nadie te molestará porque la zona es
sinónimo de calma. A estas casas se las conoce como “cottages”. De hecho el
nombre original de la ciudad era “Cottage City”.
4- El
Pequot Hotel. Es dónde nos quedamos y lo ponemos porque lejos de los grandes
lujos, este coqueto hotel concentra el espíritu de Oak Bluffs. Con un porche en
el que sentarse a charlar sobre la jornada y unas habitaciones más cercanas a
lo rústico con encanto, aquí tienes la experiencia perfecta.
Si pinchas aquí puedes ir a la web de Oak Bluffs. Me
puedes contar lo que quieras y Edgartown es bien mono, pero tengo razón…y lo
sabes.
EDGARTOWN (ELLA)
Tienes razón, Oak Bluffs es una monada pero....y sabemos
que lo que importa es lo que va después del pero...si lo tuyo es disfrutar de
un ambiente relajado, alegre, elegante y acogedor a la vez, tu sitio es
Edgartown. Sus casas de madera blanca, con sus magníficos porches donde
disfrutar del verano, con vistas al océano evocan la mejor de las imágenes que
tienes de una ciudad costera de los Estados Unidos. Los motivos para optar por
esta pequeña y preciosa ciudad son numerosos pero sólo expondré algunos. Seguro
que no será la compasión lo que te mueva a terminar el post.
1. Su
Main St. y calles colindantes llenas de tiendas, galerías, restaurantes hacen
que pasear por ellas sea todo un placer para los sentidos además de un
descubrimiento. Puedes encontrar todo tipo de espacios donde disfrutar de un
buen café o helado a media tarde o donde curiosear en busca de alguna pieza de
colección o ganga. El paseo merecerá la pena. Eso es seguro.
2. Puede
que los precios de los Inn sean algo más elevados pero sin duda lo valen. Por
su ubicación, por su belleza. Ofrecen remansos de paz a solo dos minutos de la
calle principal y con hermosas vistas al océano.
3. El
Lighthouse de Edgartown en la N Water St. situado a pocos metros del centro y
al que puedes acceder dando un agradable paseo por la playa llena de barcos y
yates atracados a la puerta de casa. ¿Puede haber una
imagen que exprese mejor la sensación de libertad que un barco y un faro? Para
mí no.
4. Y
he dejado para el final mi baza ganadora. Uno de los mejores sitios para saciar
la sed y el hambre y escuchar buena música rock. Un lugar único, original y con
leyenda...sí, me refiero a Bad Martha.
Te conozco y sé que ya te he
conquistado....y también lo sabes.
Este post forma parte de la Ruta por Nueva Inglaterra donde contamos nuestro recorrido y dónde nos alojamos.
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