Vamos con uno de esos post de alto riesgo. Escribir sobre
Viena. Es de alto riesgo porque casi cualquier agencia que se precie ofrece el
combo Praga-Viena-Budapest, o lo que es lo mismo, que seguro que muchos habéis
estado ya y claro hay muchos lugares que son obvios, pero Viena es un auténtico
museo en el que es muy fácil dejarte sin recomendar bastantes rincones. Así
pues aceptamos el reto y vamos a intentar contaros cómo fue nuestro rápido y
vibrante paso por la capital austríaca.
Viena es otra de esas ciudades bañada por el Danubio.
Tiene unos dos millones de habitantes y es verde, muy verde, con numerosos
parques y jardines, de hecho visitar los llamados “bosques de Viena” en los
alrededores es también muy recomendable. Su centro histórico es patrimonio de
la humanidad, es la ciudad con mejor calidad de vida del mundo y ha sido hogar
de numerosos filósofos y músicos. Los turistas visitan la zona antigua, pero
también existe una Viena nueva con edificios vanguardistas. El aeropuerto vienés
tiene conexión directa con 8 ciudades españolas, pero ojo, sólo tres
peninsulares; Madrid, Barcelona y Málaga. Aquí van nuestros imperdibles.
1.- Visita
el Palacio Belvedere
No habrás estado en Viena si no te das una vuelta. Puede
ser sólo por fuera, que ya impresiona, pero advertimos, el interior alberga la
colección más grande de pinturas de Klimt (incluyendo “El Beso”). El precio de
tu entrada varía dependiendo de lo que quieras ver, pero no le des más vueltas,
lo verás. También hay visitas guiadas. El edificio data del siglo XVIII y es de
estilo barroco
2.- Ópera
Nacional de Viena
Sí, como si estuvieras en el concierto de año nuevo.
Puedes visitar el edificio por dentro y sentarte en una de sus lujosas butacas.
Si lo miras con antelación puedes asistir a alguna de las representaciones que
tienen lugar cada noche. El programa suele ser un deleite para los amantes de
la música clásica. Además entre abril y septiembre se instala en la plaza
frente a la Ópera una pantalla gigante en la que se retransmiten gratis las
funciones del interior en determinados días. Aquí no cabe duda al decir que
Viena es la capital mundial de la ópera.
Hofburg era, hasta principios del siglo XX el centro del
imperio de los Habsburgo. Es todo suntuosidad y suele estar repleto de
turistas. En el interior del también llamado Palacio Imperial, está el museo de
Sisí, la emperatriz que se convirtió en figura de culto. Es un edificio que
supone un emblema para toda Austria. Los horarios de visita y el precio de las
entradas se puede consultar en la web (más abajo te dejamos el enlace).
El Prater es uno de los parques de atracciones más
conocidos del mundo. Está algo alejado del centro, pero siempre es bullicioso.
El estadio Ernst Happel está bastante cerca y recuerdo que en nuestra visita
era día de partido. El Austria de Viena recibía al Bayern Munich, ni más ni
menos y eso se notaba en las calles. Con todo lo divertido que pueda ser un
parque de atracciones, el Prater encierra un símbolo, su famosa Noria.
La Noria alcanza una altura de 65 metros, suficiente para
tener una panorámica inigualable de la ciudad. La entrada cuesta menos de 10
euros. Sus vagones están cargados de historia, porque se pusieron en marcha
hace ya más de 100 años. La Noria también ha sido llevada al cine. Una de sus
apariciones más recordadas la encontramos en la película “El tercer hombre”.
O lo que es lo mismo, la casa de Hundertwasser, que fue
el arquitecto que la creó. Un montón de colores distintos para un edificio muy
peculiar. Sus inquilinos tienen derecho a decorar la parte de la fachada que
rodea sus ventanas cómo consideren oportuno. El edificio fue hasta finales de
los 80 una fábrica de neumáticos, pero hay que ver cómo cambian las cosas. Por
supuesto la magia de la fachada sólo es visible desde el exterior.
El Paseo del Ring, o Ringstrasse es la avenida que rodea
el centro de Viena. Aquí encontrarás buena parte de los edificios más
importantes de la ciudad. El Stadpark con su monumento a Johan Strauss, la
Ópera, el increíble ayuntamiento de
estilo neogótico, varios museos, el Parlamento, multitud de jardines y ni más
ni menos que una docena de Palacios que se construyeron cuando comenzó a
crearse el Paseo. Para tomárselo con calma.
La alternativa verde al Paseo del Ring son los numerosos
jardines y parques. Ya hemos dicho que Viena es una de las ciudades más verdes
del planeta, lo que hace que los desplazamientos puedan ser largos, pero desde
luego agradables. Además muchos de los Palacios que se pueden visitar cuentan
con increíbles jardines. No te pierdas los de Belvedere o los del Palacio de
Shönbrunn, la antigua residencia de verano imperial, que son alucinantes.
Uno de esos vicios accesibles para todo el mundo. La
tarta Sacher es mundialmente conocida y sólo aquí encontrarás la original.
Junto a la Ópera puedes tomar un café acompañado de esta delicia dulce, cuya
receta parece bastante simple, pero que ha alcanzado fama. Busca el Hotel Sacher
y en concreto su Café. Seguro que en medio de un ambiente tan refinado durante
un ratito te sentirás un poco aristócrata.
Pues esto es sólo un parte de lo que puedes encontrar en una
ciudad tan maravillosa como Viena, dónde también está la casa de Mozart, hay
más de un centenar de museos, tiene una preciosa catedral…. Si te interesa lo
que te hemos contado, te dejamos algunos enlaces que seguro que encontrarás
útiles para planificar tu visita.
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