Esta semana te hemos hablado de Panamá y hemos querido
completar ese post con otro que merece estar en la etiqueta de “Lugares en los
que te gustaría estar”, que como ya sabes, es donde destacamos pequeñas joyas
que nos hemos encontrado en nuestros viajes.
Eso es Portobelo, una pequeña joya situado al norte de Panamá,
prácticamente en línea recta con Ciudad de Panamá. Bañado por el Mar Caribe, Portobelo es un
puerto natural, uno de los más importantes en los siglos XVI a XVIII. Fortificaciones, museos y unos alrededores
paradisíacos es lo que te ofrece esta parte del país.
Acceder a Portobelo desde Ciudad de Panamá es fácil por
carretera. Apenas 106 km separan estas dos localidades así que es fantástico
para pasar un fin de semana si vives en la gran urbe o para hacer una visita de
un día si solo estás de visita, quieres conocer alguna de las playas
estupendas del país y no tienes tiempo o dinero para visitar San Blas o Bocas del
Toro que son los principales destinos de Panamá, además de la capital, en lo que
a playas idílicas se refiere.
En Portobelo encontramos las ruinas del Fuerte de San Jerónimo
que, junto con el de San Lorenzo en Colón, como señala la UNESCO, es un
espléndido ejemplo de la arquitectura militar de los siglos XVII y XVIII y formaban
parte del sistema defensivo creado por la Corona de España para proteger el
comercio transatlántico. Cristóbal Colón
descubrió la bahía donde se encuentra Portobelo en su cuarto viaje. La ciudad
fue fundada en 1597 con el nombre de San Felipe de Portobelo. Como decimos, fue
uno de los principales puertos de entrada y salida hacia España. Y claro, eso
conllevaba también ser objeto de deseo de piratas como Francis Drake, bucaneros y corsarios como Henry Morgan. Si vas te contarán muchas historias sobre Drake y sus tesoros que dicen se encuentran aquí todavía ocultos. Leyendas que te
harán la visita mucho más entretenida.
La visita turística la puedes completar visitando la Aduana
y la Iglesia de San Juan de Dios, pero si vas con tiempo, te recomendamos que te
tomes un descanso en alguna de las playas de alrededor. Son todas hermosas,
pero nosotros fuimos a la de Isla Grande. Solo está a poco más de 22 km pero
tardas cerca de una hora en llegar. La parte buena es que debes tomar una barca
a motor para que te acerquen a la isla y es una auténtica gozada.
Nosotros nos situamos en las playas de un hotel para poder
aprovechar su servicio de comida y así no tener que llevar nada preparado y
probar comida local. Y ya solo te queda relajarte, disfrutar del sol aunque puede
que también te llueva un poco, leer, bucear o lo que más te apetezca. Es un
auténtico paraíso.
Si lo prefieres, puedes contratar también los servicios de
alguna empresa para que te recojan en Ciudad de Panamá y te lleven hasta allí o
hasta las playas, completando el servicio con comida y alojamiento. Lo
importante es saber que a poco tiempo de Ciudad de Panamá tienes el paraíso
para una escapada corta.
Web que te pueden interesar:
Portobelo Paradise: excursiones y visitas guiadas (Facebook)
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