Algunas de las plazas más bonitas de la Toscana



Seguramente la Toscana es una de las regiones más bonitas de uno de los países más bonitos del mundo. Hay playa, lugares pintorescos, cultura y algunos de los pueblos y ciudades más conocidos del planeta. Seamos sinceros, en esto de viajar casi que no se ha empezado si no se ha pasado por la Toscana, porque a menudo aparece como uno de los indispensables de cualquier conocedor de mundo. En nuestro viaje, cuando aún ni soñábamos con tener un blog en el que contar cosas, lo que se nota en las fotos, nos dimos cuenta de que cualquier rincón es bueno para disfrutar de la Toscana. Lo son sus vistas, de las que ya os hablamos aquí, lo son lugares como la preciosa Siena o la encantadora Cortona, lo es su capital, Florencia con el majestuoso Duomo, pero también los pequeños pueblos en los que se imagina la vida pasar. Todos ellos, pueblos y ciudades, tienen en común las plazas como sitios en los que durante siglos se ha organizado la vida. Hoy, convertidas en espacios de turismo masivo, lucen sus mejores galas para gustar al visitante. Todo tipo de tamaños y diseños caben en este paseo que podría hacerse infinito y al que no le faltan una, sino cientos de plazas toscanas. Digamos no al desaliento y repasemos algunas de las que, para nosotros, son las plazas más bonitas de la Toscana.


                PIAZZA DEL COMUNE (CASTELLINA IN CHIANTI)

La popular comarca del Chianti, especialmente conocida por sus vinos, cuenta con algunos de los pueblos más bellos de la Toscana. Castellina es uno de ellos. Con apenas 3.000 habitantes, lo mejor es recorrer con calma sus escasas y alargadas calles en las que priman los negocios y restaurantes con atractivos escaparates. Recurrir a esta plaza nos dará la oportunidad de toparnos con dos de sus principales reclamos, la histórica iglesia de San Salvatore que podéis ver abajo en la foto y especialmente la conocida como “Rocca”, una fortificación que fue reconstruida tras los bombardeos de la segunda guerra mundial y que también podéis ver abajo. En la plaza, además, encontraréis varias enotecas y bares que os recordarán que os encontráis en el epicentro del vino toscano.


 


                PIAZZA GRANDE (MONTEPULCIANO)

Muy cerca del límite entre Toscana y Umbría se encuentra este bellísimo paraje de 14.000 habitantes que aparece majestuoso al visitante en lo alto de una colina. De fuera de sus muros lo más conocido es la espectacular iglesia de San Biaggio, pero ¿y de dentro? Olvida el coche en las afueras, aquí está vetado, y tras coger aire para el ascenso, recorre algunos de los 11 kilómetros de largo con los que cuenta su calle principal hasta llegar a su plaza más representativa, que también es el punto más alto de la ciudad. El ayuntamiento, que recuerda tantísimo al de Florencia, y la catedral de Santa María Assunta son las dos construcciones más populares de este conjunto que como otras plazas toscanas tiene también un pozo. Durante nuestra visita la belleza de la plaza no era del todo visible por la instalación de un escenario junto a la catedral, pegas del verano, pero nos pareció un lugar perfecto para sentarse a descansar en una de sus terrazas y disfrutar del paisaje. Montepulciano está lleno de “palazzos” y este es un gran punto de partida para conocerlos.




 
                PIAZZA GIACOMO MATTEOTTI (GREVE IN CHIANTI)

Greve es quizá la ciudad más importante que hay dentro de la comarca del Chianti, entre Florencia y Siena. Si bien su encanto no es tan enorme como el de otros pueblos, lo cierto es que esta plaza tan peculiar, de grandes dimensiones y con forma de triángulo, merece un descanso. La plaza cuenta con un montón de pequeños negocios en los bajos de sus edificios, sobre todo restaurantes y sirve de sede para la exposición del Chianti Classico en el mes de septiembre, una cita indispensable para los amantes del vino. Hay varias estatuas y la más popular, ya que de hecho ocupa un lugar central, es la construida a Giovanni da Verrazzano, el que dicen fue el primer europeo en pisar lo que hoy es Nueva York. En la plaza también se encuentra el ayuntamiento.



                PIAZZA DELLA REPUBLICCA (CORTONA)

Seguro que los 23.000 habitantes de Cortona (pues no es tan pequeña) son de los más afortunados del mundo. De sus múltiples encantos ya os hablamos en este post. Si nos ceñimos a la plaza… pues también hay mucho que decir. En realidad no es una, sino dos, ya que anexa está la Piazza Luca Signorelli y entre ambas el pintoresco ayuntamiento con su reloj y sus escaleras, el Museo de la Ciudad y el Museo Etrusco, ya que Cortona fue una ciudad muy importante en esta época, su biblioteca y el histórico teatro Signorelli. Para nosotros Cortona será recordada siempre por sus vistas, incomparables incluso en el resto de la Toscana, pero también por su concentración de galerías de arte y por el descanso que proveen estas plazas. Prueba a sentarte y disfrutar de un amaretto cuando el calor dé una pausa en las noches de agosto.





                PIAZZA DELLA CISTERNA (SAN GIMIGNANO)

Hay muchos pueblos muy bonitos en la Toscana, lo que implica multitud de posibles rutas y visitas. La ventaja de San Gimignano es que irás sí o sí. Es, de largo, el pueblo más popular de toda la zona, Patrimonio de la UNESCO, amurallado, con 13 de las más de 70 torres con las que contó en su momento perfectamente conservadas, lo que le confieren ese particular “skyline”. Es por eso que en cualquier época del año está abigarrado de turistas, y no es para menos. Sus puntos centrales son dos plazas muy próximas, la del Duomo, dónde se sitúa el ayuntamiento y algunas de las construcciones históricas más valiosas de San Gimignano y la de la Cisterna, más grande y abierta, estéticamente preciosa y, quizá por ello, más popular entre los turistas. La plaza, que debe su nombre a una cisterna instalada en el siglo XIII, cuenta con un pozo y varios estilosos “palazzos”, aunque en verano lo que de verdad visitan los turistas allí es la popular heladería Dondoli, una de las mejores del mundo al parecer y que en sus paredes luce orgullosa multitud de fotografías de ilustres visitantes.




                PIAZZA DEL DUOMO (PISA)

La Plaza del Duomo de Pisa, también conocida como Plaza de los Milagros, alberga uno de los conjuntos monumentales más conocidos del mundo. El trío compuesto por la inclinada Torre de Pisa, la Catedral y el Baptisterio de San Giovanni (y en la plaza aún hay más cosas como un tremendo camposanto, una fuente, un museo…), la convierten en caballo ganador de casi cualquier comparación. La constante afluencia de turistas y un frío acceso rodeado de aparcamientos y paradas de autobús a través de la Puerta de Santa María pueden restar encanto. Si fuese así no os preocupéis, todo se recobra cuando vuestros ojos divisan lo que la plaza tiene que ofrecer. Si la torre es única, os aseguramos que la catedral y el baptisterio también merecen muchísimo la pena. Incluso si esta es vuestra única parada en Pisa, como fue nuestro caso, valdrá la pena recorrer muchos kilómetros sólo por esto. La entrada a la catedral es gratuita. Para visitar por dentro todo lo demás hay que pagar. En el caso de la Torre son 18 euros. Para el resto los precios son muy moderados.






                PIAZZA PIO II (PIENZA)

Esta plaza es una de las más históricas e importantes de toda la Toscana. El mismísimo Papa Pío II, oriundo de Pienza, la mandó construir, ya que quería que la ciudad fuese un descanso de la ajetreada Roma. Empezó cambiándole el nombre y siguió construyéndola casi desde cero. La plaza está rodeada de edificios históricos, el ayuntamiento, el Palazzo Borgia, sede del Museo Diocesano, el Palazzo Piccolomini, cuyo interior es digno de visitarse y su pieza más importante, la Catedral de Santa María Assunta, además del precioso pozo que encontramos casi en el centro. Todo el centro histórico de Pienza es Patrimonio Universal de la UNESCO. Es otra de esas ciudades encaramadas a un risco que nos ofrece privilegiadas vistas y rincones llenos de plantas en sus esquinas, pero sin duda la plaza es el punto más destacado. Un viaje a la Toscana no es lo mismo sin Pienza.



 
                PIAZZA GRANDE (AREZZO)

Habrá quien piense que Arezzo carece del encanto de los pequeños pueblos toscanos. Es difícil para una ciudad que supera los 100.000 habitantes. Sin embargo su casco histórico está repleto de lugares de interés y a la cabeza se sitúa esta peculiar plaza en cuesta, también conocida como “Plaza Vasari”, que suele estar engalanada con banderas que representan escudos heráldicos. La Iglesia de Santa María della Pieve y el Palazzo della Fraternitá dei Laici, junto con el céntrico pozo, son sus lugares más reconocibles. En la plaza encontramos la popular feria de antigüedades, multitud de terrazas para sentarse al sol y ante todo mucha vida. El momento ideal para la visita, el 17 de junio o el 3 de septiembre, en que se celebra la “Justa del Sarraceno” una representación medieval en la que participan los cuatro barrios históricos de Arezzo. Esta ciudad, de enorme importancia en su época etrusca y cuna del poeta Petrarca, no siempre es reconocida con justicia por los turistas. Ah, y a diferencia de la mayoría de las ciudades, el ayuntamiento de Arezzo no está aquí, en su plaza más conocida, sino a unos cientos de metros, cercano a la catedral.


 


                PIAZZA DEL CAMPO (SIENA)

No podía faltar en este repaso una de las plazas más preciosas y enormes de toda la Toscana, de la que ya os hablamos algo en este post. El hogar del original “Palio”, una carrera de caballos anual única en toda la región, es también el centro de absolutamente toda la actividad de Siena. La veas desde dónde la veas la plaza es fantástica. La grandiosa Fonte Gaia, y el esplendoroso Palazzo Pubblico, sede del ayuntamiento son quizá sus puntos de interés más destacados, pero la plaza está llena de palazzos y bares en los que disfrutar del ambiente. Todo el casco histórico de Siena desemboca en este sitio que tiene mucho de magia.



                PIAZZA DELLA SIGNORIA (FLORENCIA)

La ciudad que inventó el síndrome de Stendhal está atiborrada de rincones en los que tu corazón bien podría acelerarse por la acumulación de belleza. Este es uno de ellos. A sólo unos metros del brutal Duomo florentino, se encuentra esta plaza en la que comer una pizza en una de sus trattorias supone una experiencia única. El elegante Palazzo Vecchio, centro político del municipio y museo, las enormes estatuas de la fuente de Neptuno o el David de Miguel Ángel (el original está a sólo unos metros, en la Galleria dell’ Accademia), la Logia dei Lanzi y la entrada a la popular galería de arte de los Ufizzi conforman un conjunto inigualable. Pero además, a diferencia de su vecina la cercana Piazza del Duomo, este es un lugar abierto y concebido para el disfrute de la gente, más que para la admiración de los monumentos que la adornan, cosa que, como vemos, es también perfectamente posible. Cierto es que teniendo estas dos plazas como ejemplo, puede parecer muy fácil elegir en Florencia, pero la capital de la Toscana es una enorme sucesión de museos, iglesias y plazas en perfecta armonía, así que lo que es fácil es encontrar competencia. La última foto, por ejemplo, es de la sensacional Piazza di Santa Croce. ¿Quién da más?






La coqueta Plaza del Castillo de Radda in Chianti, las señoriales plazas de la deliciosa Lucca empezando por su característica Plaza del Anfiteatro y siguiendo por todas las demás, que son una pasada, la Plaza de la República de Pitigliano, la alegre plaza Giuseppe Garibaldi de Montalcino... y la lista podría seguir casi hasta el infinito. Hay muchas razones para visitar la Toscana y queda claro que sus plazas, llenas de ambiente y huellas culturales, son una de ellas. Y tú, ¿cuál es tu plaza favorita? Como siempre abajo os dejamos más información para poder planificar vuestro recorrido.













Comentarios