Qué ver en Budapest, una de las ciudades más bellas de Europa


Visitar Budapest es sinónimo de no arrepentirse. En el triángulo de oro centroeuropeo comparte tours y belleza con las cercanas Viena y Praga. Por supuesto la capital húngara tiene personalidad propia. La conjunción de dos antiguas ciudades, Buda y Pest, cada una a un lado del río Danubio, acabó por conformar un lugar único en el que puedes reservar todo el tiempo que desees, porque siempre tendrás cosas que descubrir. Con una envidiable calidad de vida, cuenta con decenas de edificios Patrimonio de la Humanidad y más de cuatro millones de personas la visitan anualmente. Budapest siempre deja con ganas de más. Nosotros fuimos hace ya algunos años, pero recordamos con enorme cariño cada segundo de nuestra estancia. Si quieres saber qué ver en Budapest, te dejamos los que para nosotros son los sitios imprescindibles y te animamos a que descubras más, no te será muy difícil.





Llegar a Budapest desde nuestro país es relativamente fácil. Si vas por tu cuenta más de una decena de ciudades, muchas insulares, ofrecen vuelos directos a la capital húngara. Si eres de los que disfruta conduciendo, más de 2.500 kilómetros separan Madrid de nuestro destino, atravesando Francia, Italia y Eslovenia hasta llegar. En cualquier agencia de viajes encontrarás ofertas para visitar Budapest, en la mayoría de ocasiones en un económico tour que incluirá también a Praga y Viena, y puede que alguna otra capital. No es nuestra manera favorita de viajar, pero esta vez lo hicimos así y hay que reconocer que se exprime bastante el tiempo. El aeropuerto está a una media hora del centro y los alojamientos no son especialmente caros, en comparación con otras ciudades europeas. En cuanto a la seguridad, nosotros no tuvimos ningún problema. Una vez instalados, podemos empezar a pensar en nuestras visitas. Estas son las que nosotros recomendamos.


PARLAMENTO HÚNGARO

Estamos ante uno de los edificios más impresionantes de Europa y cuando lo veas te darás cuenta de que no exageramos absolutamente nada. De él, de cómo y desde dónde verlo ya os hablamos en este post.


Si no tienes mucho tiempo puedes elegir verlo desde fuera, en cuyo caso el post anterior te ayudará bastante. Nosotros recomendamos también la visita interior. En la web oficial la entrada cuesta algo más de 2.000 florines húngaros, al cambio unos 7 euros. Eso sí, corres el riesgo de ir a comprar el mismo día y que no queden entradas. No obstante en la web puedes sacar la entrada para cuando tú quieras, aunque en la moneda local. También hay agencias que te cobrarán algo más, por la gestión. Hay varios tours al día en español. En nuestro caso la visita estaba incluida en el paquete del viaje.


El Parlamento húngaro es el segundo más grande del mundo y el interior es una auténtica pasada. Aún teniendo un tiempo muy limitado es muy recomendable. Está decorado con mármol y oro, y obviamente no todas las estancias se pueden visitar, porque hay casi 700, pero os va a merecer la pena. Los dos lugares más significativos son, por un lado, la Sala de la Cúpula, dónde se encuentran las famosas joyas de la coronación de Hungría. Por otro la Antigua Cámara Alta. No es el lugar en el que se reúnen los diputados actualmente, pero sí que muestra cómo era el antiguo parlamento.


BASTIÓN DE LOS PESCADORES

Este es el mirador por excelencia de la ciudad. El Bastión se encuentra en el lado de Buda de hecho en lo alto de esa colina. Su nombre deriva de un grupo de pescadores que al parecer ayudaron a defender este enclave. Es el lugar perfecto para divisar Budapest y en particular su espectacular parlamento.


Construido en estilo neogótico y neorromano cuenta con siete torres que representan a las tribus magiares que se establecieron aquí hace ya más de 1.000 años. El paseo con calma merece la pena por la belleza del sitio y por las vistas que regala. Además es fácil encontrar rincones ideales para las fotografías.



En el interior del Bastión se encuentra una estatua ecuestre, en concreto la estatua de bronce de Esteban I de Hungría, primer rey de los húngaros. Y es que la visita nos ofrece también interesantes datos de la historia milenaria del país. Como buen parque al aire libre el acceso es totalmente gratuito, aunque sí hay que pagar para subir a las torres, pero sólo en verano y una cantidad que es casi testimonial.


LA IGLESIA DE MATÍAS

Ya que estamos en el Bastión de los Pescadores, no estaría de más guardar unos minutos para visitar esta Iglesia, también conocida como de Nuestra Señora, que se encuentra justo al lado. Se trata de una de las iglesias católicas más importante de Budapest. 1.000 años han pasado desde que fue erigida. Desde entonces ha visto coronar a reyes, ha servido como mezquita y ha ido desarrollando una peculiar arquitectura que la convierte en única. Es fácil encontrar torres barrocas y restos neoclásicos, entre otros estilos. Una joya que no debe pasar inadvertida en vuestro paseo. Se puede visitar por dentro por apenas 5 euros. Abajo os dejamos el enlace.


UN CRUCERO POR EL DANUBIO

Una fantástica manera de conocer Budapest es navegarlo. Los precios son razonables y buena parte de los edificios más emblemáticos de la ciudad son visibles desde el mítico Danubio. También podremos atravesar muchos de los puentes que unen Buda y Pest y gracias a los tours guiados aprender más sobre su historia. Varias compañías realizan recorridos muy similares y creednos, las vistas son impagables. Contar en un lado con el Parlamento y divisar en un recodo el castillo de Buda es impresionante. En este post ya os hablamos de algunas de estas bondades. Ahí tenéis toda la información.





PLAZA DE LOS HÉROES

Considerada Patrimonio de la Humanidad, esta enorme plaza está cargada de simbolismo para los habitantes de Budapest. Una vez más la historia está presente, ya que de nuevo se nos presenta a los fundadores de la nación magiar. Guerreros a caballo y reyes se suceden en un semicírculo que apela al patriotismo y sentimiento de unidad local, como deja claro su nombre.



La plaza, que es enorme, está coronada por un monolito en cuyo altar vemos al Arcángel Gabriel, rodeado debajo por los líderes tribales húngaros. La plaza se ha convertido en punto de encuentro y es también punto de partida de la Avenida Andrássy, que llega hasta la Ópera y que es la calle más famosa de Budapest, dónde puedes comprar casi cualquier cosa.


CASTILLO DE BUDA

No hace falta que lo busques, lo vas a ver. Su descomunal tamaño y el hecho de estar en lo alto de una colina, hace que el Palacio Real y su cúpula verde sean inconfundibles. Ha sido lugar de residencia de reyes, pero también ha soportado el amplio período de ocupación turca y fue reducido a ruinas durante la segunda guerra mundial. El castillo abre para su visita de 10:00 a 16:00 en invierno de 10:00 a 18:00 en verano.


Los precios se pueden consultar en la web que os dejamos más abajo y también hay tours en otros idiomas. Actualmente el castillo es también sede de la Biblioteca Nacional, la Galería Nacional y el Museo de Historia. Lo malo de estar en Budapest sólo un par de días es que hay que renunciar a algunas cosas. He aquí una de las nuestras.



PUENTE DE LAS CADENAS

De todos los puentes que jalonan el recorrido del Danubio, probablemente el más conocido es el de las Cadenas. Es también el más antiguo y probablemente el más céntrico. Su historia se remonta a hace dos siglos. Al parecer el conde Esteban Széchenyi hubo de esperar una semana para poder cruzar de una orilla a otra en 1820. Tal fue su cansancio, que ofreció sus rentas de un año a quien construyese un puente permanente. Hubo que esperar casi 30 años para que el puente abriese en 1849.


El puente también sufrió el asedio de la guerra. De hecho quedó completamente destruido tras el asedio de Budapest durante la Segunda Guerra Mundial. Esta vez tardó mucho menos en reconstruirse. Estuvo listo para celebrar el centenario en 1949.



El lugar que ocupa es muy buscado por todos los turístas por su enorme fotogenia. Antes lo hemos visto en una instantánea con el Castillo de Buda al fondo. Aquí abajo os dejamos otra con la Iglesia de Matías. Las composiciones suelen ser muy agradecidas desde un lado y desde otro. A gusto del visitante.


PUENTES SOBRE EL DANUBIO

Sí, el de las Cadenas es el más conocido, pero no el único, y entre el resto también hay pequeñas obras de arte. En Budapest hay 10 puentes que parecen diseñados para satisfacer todo tipo de inclinaciones. Puentes con historia o modernos, blancos o verdes…  El puente de Margarita está junto a al isla homónima. El puente de la Libertad y su característico color verde, impresionante cuando se ilumina por la noche o el puente de Elisabeth, con sus enormes pilares blancos también son muy populares. Ambos se pueden ver al fondo en la siguiente foto.



Este último cuenta con una larga historia que incluye problemas urbanísticos, destrucción y reconstrucción con algunos cambios y más de un desencuentro.



CATEDRAL BASÍLICA DE SAN ESTEBAN

Este templo cristiano posee especial significación para los habitantes de Budapest. El edificio más alto de la ciudad, junto al Parlamento, custodia una gran reliquia, la mano derecha de Esteban I, primer rey de Hungría, conocida como la “Santa Diestra”. Posee un precioso interior, sus alrededores siempre están animados y si te atreves puedes subir a la cúpula y disfrutar de unas vistas inigualables. Y ya nos contarás, porque nosotros nos quedamos con las ganas y sólo pudimos ver la fachada.


CASTILLO DE VAJDAHUNYAD

La actual sede del Museo de Agricultura ya fue objeto de nuestra atención en un post sobre castillos. El castillo cuenta con la peculiaridad de que está en pleno centro y más que recordar momentos históricos de la ciudad, está más relacionado con su presente, ya que es parte activa de multitud de eventos. En nuestro caso la visita fue nocturna. Ya sea de día o de noche, en verano o en invierno, darse una vuelta por aquí, junto a la Plaza de los Héroes, nunca decepciona.


LA PASTELERÍA GERBEAUD

El café pastelería Gerbaud es uno de los locales con más solera de la capital húngara. Un retazo de historia junto al Puente de las Cadenas que es también una especie de museo, porque más allá de si te apatece tomar algo de la carta, que obviamente no es barata, tus ojos se perderán por los acabados espectaculares de cada uno de los salones. El Gerbaud tiene 160 años de historia y como podrás comprobar no le va nada mal. Aquí se sirve la Dobos Torta, de la que cuentan que era la favorita de la emperatriz Sissi. En definitiva, mucho más que una simple parada en el camino.


ESTATUAS JUNTO AL DANUBIO

Una de las cosas que recomendamos si tienes algo de tiempo, es pasear por las orillas del Danubio. Además de conocer en profundidad los puentes de los que ya hemos hablado o acercarte a los lugares desde los que puedes tomar los envidiables cruceros que surcan el río, las márgenes del Danubio están también repletas de arte. No os extrañéis, por ejemplo, si encontráis un montón de zapatos junto al río. Se trata de los “Zapatos en el Danubio”, una emotiva obra que recuerda a los judíos asesinados durante la Segunda Guerra Mundial. Al parecer a muchas víctimas se les obligaba a quitarse los zapatos y eran fusilados junto al río. Nosotros también vimos la “Estatua de la Princesita”, popularmente conocida como “El duende”, erigida por Laszlo Marton y convertida también en símbolo de Budapest.


Tu visita será bastante completa con todo esto y si tienes sólo dos o tres días en Budapest esperamos que te ayude mucho. No obstante la ciudad es espectacular y si el tiempo no es problema, descubrir belleza tampoco lo será. La fantástica Ópera, una amplia ruta por balnearios históricos como Gellert o Szechenyi, las compras en la avenida Andrassy, la increíble sinagoga judía, la ciudadela y tantas otras cosas merecen todo lo que puedas dedicarle, así que haz tu maleta y cuando vuelvas cuéntanos qué te ha parecido la escapada. Y por si todavía estás dándole vueltas, abajo te dejamos algunos enlaces que esperamos que sean de utilidad.

















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