Quizá esto quede pronto en el olvido eclipsado por nuevos lugares, aunque lo vemos difícil. Ahora mismo estamos bastante convencidos de que la Bahía de Sydney es uno de los sitios más maravillosos que hemos tenido la oportunidad de visitar. Lo cierto es que el magnetismo especial que desprende este lugar hacía que en nuestra visita a la ciudad más poblada de Australia acabásemos una y otra vez aquí. Dos construcciones, la espectacular Sydney Opera House y el imponente Sydney Harbour Bridge, el Puente de Sydney, compiten en ver cuál se lleva más fotos y unen una composición armoniosa y perfecta que es visible desde numerosos puntos. En este post nos hemos propuesto mostraros algunos y sólo algunos de los sitios en los que conseguir vuestra fotografía de postal de este rincón perfecto del planeta.
1- CIRCULAR
QUAY
Circular Quay es una de las estaciones centrales de la
ciudad. Al pie de la Bahía, hasta aquí llegan numerosos autobuses, aunque el
lugar debe su nombre a la estación de tren en altura y a la terminal de ferry.
Este será vuestro punto de llegada a la Bahía con total seguridad. Ya sea a pie
o en tren, en la estación de Circular Quay, junto al muelle, os asaltará la
primera duda. Con una composición global hecha, ¿a dónde preferís mirar? ¿Al
oeste para divisar la mole que une dos orillas, el Puente de la Bahía, o al
este para enfrentaros a una de las construcciones más simbólicas del siglo XX,
la Casa de la Ópera de Sydney? Entendemos perfectamente el dilema.
2- JARDIN
BOTÁNICO
El Royal Botanic Garden es una enorme extensión de
terreno que se extiende por varias hectáreas y a la que se accede, entre otros
lugares, por la explanada en la que se ubica la Ópera. El parque es una
atracción turística en sí mismo en la que podéis estar horas. Posee increíbles
jardines, el Conservatorio de Sydney
o la “Goverment House”, que es la residencia del Gobernador de Nueva Gales del Sur, que además se
puede visitar por dentro. No es mala idea dedicarle, por tanto, un buen rato. Si
no hay mucho tiempo nuestra sugerencia es recurrir al Choo-Choo Express,
un trenecito turístico que recorre el recinto. El recorrido tarda media hora e
incluye cuatro paradas. Te puedes bajar en cualquiera de ellas y esperar al
siguiente tren (ojo que si va lleno no podrás subirte). Y sí, el tour incluye
impagables vistas de la Bahía. Un clásico.
3- OBSERVATORY
El barrio de The Rocks, origen de la actual ciudad de
Sydney, se ha convertido en uno de los más vibrantes. Casas antiguas y más de
una cuesta ofrecen vistas muy interesantes. También “The Rocks” es una visita
en sí mismo. Uno de los puntos de partida podría ser la oficina de turismo, que
se ubica aquí. Es la pequeña península en la que se asienta uno de los pilares
del Puente y aquí encontramos el pequeño parque de Observatory Hill Park. En la web lo definen como “el parque de la vista del millón de dólares” y sin
saberlo pudimos comprobar el porqué. Las vistas hacia el Puente de Sydney cortan
la respiración.
4- FERRY
A MANLY
La popular playa de Manly, al igual que la de Bondi,
popular entre los surferos, se encuentran bastante alejadas del centro. Sin
embargo, mientras para ir a Bondi no queda más remedio que coger un autobús, Manly
es accesible por mar. El ferry rápido parte de Circular Quay y tarda apenas
unos minutos. Es otra buena oportunidad para salir/entrar de la Bahía con otro
punto de vista. Prepara tu cámara de fotos, porque el barco no va despacio
precisamente.
5- FERRY
PÚBLICO
Como en toda gran ciudad, la idea de usar el transporte
público no es ni mucho menos mala para desplazarse. Sydney ofrece una vasta red
de trenes y especialmente autobuses para moverse de manera eficiente. Los
abonos para varios días no son baratos, pero dan mucha libertad en un
transporte que funciona muy bien. En lo que quizá no caemos es en que el
sistema de transporte público ofrece también la posibilidad de desplazarse en
ferry. Hay varias líneas hacia destinos muy populares, pero si quieres hacer
una entrada triunfal en la Bahía, te recomendamos que cojas un ferry, por
ejemplo en Darling Harbour, otro de los puertos más populares de la ciudad, y
disfrutes de un punto de vista diferente para divisar tanto el Puente como la
Ópera. Y si quieres saber más sobre cómo funciona el transporte público,
recuerda que lo explicamos en detalle en nuestro post sobre consejos para viajar a Australia.
6- CAHILL
WALK
Esto quizá no lo sepa todo el mundo. Cahill es el nombre
de la autopista que discurre en la parte superior de la estación de Circular
Quay. Es un lugar, por lo tanto, destinado a los coches, pero en su lateral hay
un pequeño itinerario peatonal denominado “Cahill Walk” que nos lleva hasta la
zona peatonal del Puente. Abajo, junto a la terminal de ferry, debes buscar un
ascensor público que te eleva de manera gratuita hasta este lugar (lo tienes en nuestro mapa de arriba y si buscas "Cahill Walk Lift" en el mapa de google te lo localiza). Está casi
desierto de turistas, porque tiene el ruido típico de una autopista, aunque
muchos locales sí que lo utilizan para correr o hacer ejercicio. Las vistas
desde el Cahill Walk son parecidas a las de Circular Quay, pero en altura, lo
que también permite divisar el barrio de The Rocks. En nuestra opinión, un
lugar espectacular.
7- LOS
RESTAURANTES JUNTO A LA TERMINAL DE FERRYS
Otra buena manera de divisar la Bahía (hay tantas…) es
hacer una entrada triunfal en un crucero, ya que aquí se encuentra la terminal
de cruceros. No es raro ver atracada a alguna embarcación monstruosa. Como no
fue nuestro caso, lo que sí vimos es que junto a la terminal hay varios
restaurantes que suponen un lujo asumible en el que disfrutar de una comida o
una cena con vistas inolvidables. Pese a que no podíamos evitar volver al Opera
Bar, ubicado en los bajos de la Ópera, es cierto que aquí las vistas son
todavía mejores. Nosotros escogimos “The Squire’s Landing”. La comida no era nada del otro mundo, pero, ¿a quién le importa? Y ya puesto
si queréis conocer más sitios en los que comer en Sydney, también le dedicamos
parte de nuestro post sobre alojamiento y comida en Australia.
8- EL
UNO DESDE EL OTRO
Sí, la composición completa no tiene precio, pero no nos
olvidemos de que seguramente las mejores vistas del Puente de Sydney las
tenemos desde la Ópera y viceversa. Y es fácil comprobarlo. El puente cuenta
con un mirador, el Pylon Lookout. Hay que subir unas 200 escaleras y pagar 15 dólares australianos, pero las
vistas panorámicas de toda la ciudad, incluyendo la Ópera y el propio puente
son indescriptibles, insuperables para una postal. En cuanto a la Ópera
se realizan tours guiados en varios idiomas, entre ellos el español. Hay un
montón de visitas posibles, algunas incluyen hasta cenas, pero la estándar, que
dura en torno a una hora, cuesta 42 dólares australianos y permite que nos
asomemos a varias terrazas desde las que tendremos vistas del Puente.
9- FOTOGRAFÍA
LA BAHÍA AL ATARDECER Y DE NOCHE
Nuestra última opción no es un lugar, sino una
proposición. Con todo lo que ya te hemos mostrado (y estamos seguros de que hay
más), elige tu lugar favorito y espera a la puesta de sol. Los últimos rayos de
luz del día y la llegada de la noche también son mágicos en un lugar que nunca
duerme. Por mucho que lo contemples, nunca te cansarás. Y para tí, ¿cuál es tu lugar
favorito para divisar la Bahía de Sydney?
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